
El Lenguaje del Mandala: los colores y las formas
El mandala no se entiende, se siente y dialoga con nuestra alma, con nuestro yo inconsciente o intuitivo que no entiende de palabras, su lenguaje son los gestos, los colores, los sÃmbolos y la música.
El mandala se comunica con esa parte de nuestra psique, con nuestra alma, nutriéndola con la vibración y el contenido emocional y simbólico de sus formas y colores.
Si pintamos o visualizamos el mandala escuchando música relajante que nos guste, nos ayudará a transportarnos y entrar más profundamente en ese estado de conciencia mágico.
El alma se expresa a través de los mandalas. Ellos hablan su mismo lenguaje. Son una vÃa directa de expresión del mundo interior.
Los colores, el alimento del alma
Los colores que nos atraen en un determinado momento de nuestra vida, expresan una vibración que es afÃn a nuestra propia vibración. Encarnan cualidades o potenciales que nuestra alma necesita activar.
Ella se nutre literalmente de los colores y las formas de los mandalas, pues le hacen sentir aquello que necesita en ese momento.
En nuestro cuerpo energético se haya la paleta de los 7 colores el arcoÃris. Popularmente se conocen como: Los 7 chakras. Para que haya armonÃa deben estar presentes los 7 en igual proporción. Cuando hay exceso o falta de alguno, el alma tratará de compensarlo. Inconscientemente nos vestiremos o buscaremos rodearnos de los colores que nos equilibran o con los que resonamos y nos fijaremos en los objetos que los contengan.